Correspondiente al lunes 30 de agosto de 2010, primera parte.
Ware (Londres) - Portsmouth - Cherbourg - St. Laurent-sur-Mer (Omaha Beach, Normandía)
Tras un fin de semana de turismo tranquilo en los alrededores de Londres, hoy comienza el asedio a uno de los últimos objetivos de este viaje, que, como los anteriores, rondaba por mi mente desde el principio pero nunca ha estado asegurado. Estoy en el ferry, saliendo de Portsmouth, y camino de Cherbourg, en la costa francesa. El plan: pasar dos noches en Normandía para dedicar un día a visitar las playas y resto de escenarios del desembarco de Normandía, el 6 de junio de 1944.
Efectivamente, no tiene nada que ver con el resto del viaje, pero tampoco tenía mucho que ver el ambiente de Edimburgo con las Highlands, ni el fin de semana en Londres. Es parte de la gracia.
Una vez más, suerte: ya tengo alojamiento para esta noche en un B&B (no tenía ni idea de que también funcionaba el sistema en Francia, pero abre nuevas opciones para próximos itinerarios, y no digo más), simplemente con la primera llamada de teléfono de la mañana. Bingo. Naturalmente, una cosa es tener suerte y otra perder la emoción: para la segunda noche estaban completos, Je suis desolé (encima me cambian el idioma), pero ya aparecerá algo con el sistema de los carteles (espero).
Y como esta parte del viaje no estaba muy preparada (no tengo ni guía, ni mapa, ni, prácticamente, la menor idea de la zona), me toca documentarme a marchas forzadas e improvisar. Vamos, más de lo mismo. Bien, ¿eh?
Como diría Ussía, viajar en avión es una ordinariez. Lo elegante, lo de toda la vida, es viajar en tren o en barco. Y, desde luego, tras mi cuarto embarque del viaje, os puedo decir que lo del barco está muy bien. Desde el macro ferry de Santander-Plymouth, pasando por el High speed de tamaño medio de hoy, hasta llegar a los catamaranes, más pequeños, de las Islas Orcadas, en todos se viaja muy, muy cómodo, disfrutando de unas vistas estupendas, con espacio para entrenar una maratón, y sin molestias para embarcar, facturar y un larguísimo y molestísimo etcétera cuando viajas en avión. Aunque no lo he pisado esta vez, el tren cuenta con el mismo encanto y las mismas ventajas. Efectivamente, el avión gana la mano de la rapidez. Vale, y los fish & chips; por eso tampoco los he probado. Porque no tengo prisa ni quiero tenerla.
Hoy es bank holiday en UK, así que he disfrutado de un tráfico bastante razonables desde Ware, además de un tiempo estupendo, cumpliendo el horario previsto y sin arañar el colchoncillo de tiempo con el que contaba, escarmentado como estaba de mis últimas andanzas de estos días por la M6 y la M25, unas joyas de los triglicéridos automovilísticos.
Por el momento, poco más. Reentrando en modo lonely traveller, tras unos días de estar muy bien acompañado (infinitas gracias a Lorena, Silvia y Esther), y pensando en hacer mis deberes para sacar el mayor provecho del viaje a la IIGM. Estoy de vuelta.
Me alegro infinitamente que todo haya sin problemas. Sigo diciendo que tienes un angel de la guarda a tu lado. Hay algo ya para la noche de mañana? Disfruta de Normandia y haz muchas fotos. Después de la charla cultural sobre el desembarco de Normandia .... me interesa saber más. Gracias a ti primo por venir! Han sido unos días geniales a tu lado! ;)
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